La mañana del pasado 12 de Enero nos dejaba nuestro compañero Eduardo Dei-Cas después de luchar contra una penosa enfermedad cerca de dos años. Eduardo era un científico riguroso y un médico humanista, además de magnifico compañero y mejor amigo para los que tuvimos la suerte de conocerle y compartir proyectos con él. No es el momento de resumir en unas pocas palabras su trayectoria profesional y humana, que está reflejada en una intensa actividad científica e intelectual, sino el de recordar sus valores humanos donde destacaban su honestidad y altruismo. Eduardo, lo sé bien, siempre estuvo dispuesto a ayudar de forma desinteresada a todo aquel que pretendía iniciar su andadura en el mundo de la ciencia y prueba de ello son el medio centenar de tesis doctorales que dirigió y, lo que creo más importante para definir el éxito en la carrera de un científico y su calidad humana, Eduardo ha sido capaz de crear escuela y hoy muchos de sus discípulos ocupan puestos en importantes hospitales y universidades.
Se ha ido el que es ya una figura señera de la Ciencia en Europa e Iberoamérica, pero sobre todo una gran persona y mejor amigo.
Hasta siempre Eduardo.
Enrique Calderón
Coordinador de la Red Iberoamericana sobre
Pneumocystosis